Centrándonos en el software que forma parte de nuestro ordenador, no cabe duda de que el sistema operativo es un elemento clave para el funcionamiento del equipo. En la mayoría de las ocasiones nos decantamos por Windows, Linux o macOS, pero hay otras propuestas muy interesantes que también deberíamos tener en cuenta y de las que os vamos a hablar.
La mayoría de los equipos de sobremesa se basan en el sistema de Microsoft, nos referimos a Windows. Pero también hay una buena cantidad de usuarios en todo el globo que prefieren utilizar software de código abierto en este sector. Aquí tenemos la posibilidad de elegir entre Linux y BSD o Berkeley Software Distribution, básicamente.
En estas mismas líneas nos queremos centrar en este segundo tipo de sistemas operativos gratuitos y de código abierto alternativos a los habituales que solemos instalar. Antes de nada, debemos tener en consideración que el código fuente del popular Unix de los Laboratorios Bell sentó las bases para la creación del mencionado Berkeley Software Distribution o BSD.
A partir de ese instante BSD nos ha propuesto una gran cantidad de sistemas en forma de distribuciones potenciando en gran medida el crecimiento del software de código abierto. Hay que tener en consideración que millones de usuarios en todo el globo apuestan por este software libre para sus equipos.
También debemos tener presente que los algunos desarrolladores de estos sistemas operativos actuales intentan facilitarnos las cosas en la mayoría de los casos. Con todo ello se pretende llegar a la mayor cantidad de usuarios, aunque estos no tengan demasiada experiencia en el sector de la tecnología.
Es cierto que estos sistemas pueden tener algo complicados de usar y configurar, incluso tienen grandes deficiencias en cuanto a compatibilidad de hardware se refiere. Pero si tenemos un ordenador antiguo, y queremos darle una segunda vida, esta es, sin lugar a duda, la mejor opción.